Un traje de Moros y Cristianos no es solo una prenda: es el resultado de horas de trabajo, pasión y precisión por parte de artesanos y diseñadores que mantienen viva esta tradición centenaria.
1. El diseño inicial:
Todo comienza con una idea o inspiración. A veces, el diseño se basa en referencias históricas o en la estética de la comparsa. El diseñador crea un boceto detallado que servirá de guía.
2. Selección de materiales:
Se eligen tejidos resistentes pero cómodos, adornos como galones, bordados, lentejuelas, y en algunos casos, incluso piezas metálicas o cuero.
3. Corte y confección a medida:
Cada traje es único. Se adapta al cuerpo del festero para que luzca bien y permita moverse con facilidad durante el desfile. Las pruebas son esenciales para lograr el ajuste perfecto.
4. Bordados y detalles finales:
El trabajo minucioso de bordadores, costureras y artesanos se refleja en cada detalle. Muchos bordados se hacen a mano, y cada pieza tiene un valor simbólico o decorativo que la hace irrepetible.
Detrás de cada traje hay una cadena de oficios tradicionales que merecen ser reconocidos y protegidos. Su labor garantiza que cada festero desfile con orgullo y elegancia.